28
Abr

Sobre la ley para evitar despidos: “No dudo de la buena intención pero es poco práctica”


No dudo de la buena intención de los autores, tampoco de las centrales de trabajadores, no estoy en contra de esa intención, pero es una intención poco práctica porque no trae la reparación a los que perdieron el trabajo.


Lo que hay que incentivar es que haya inversión y crecimiento y que así se recuperen esos puestos perdidos, no en el estado ni en puestos transitorios, sino trabajo genuino como el que rápidamente genera la construcción y la actividad productiva.


Las grandes empresas tienen política de empleo pero para las pequeñas y medianas empresas, como en Salta, donde casi el 90 por ciento de las empresas son pymes -como un taller o una pequeña fábrica- un juicio laboral perdido es la quiebra. Solicito la exclusión de las pymes en el proyecto de ley, si se acepta, apoyare la sanción, pero si no se excluye a las pequeñas y medianas empresas, no votare a favor de la ley.


Deberíamos estar pensando en la capacitación para el trabajo, en el riesgo para el empleo en el futuro de robotización, ya que con la tecnología los grandes países ya prevén la caída de la mitad de la masa laboral en los próximos 20 años. Eso es una advertencia y tenemos que estar preparados.


Tenemos muchas cosas para hacer pero pensando en el futuro y no mirando el pasado como esta ley; no siempre la intención plasmada en una ley da la respuesta deseada y esperada.


Las crisis económicas tienen ciclos distintos al calendario y a los tiempos electorales. La pérdida de puestos de trabajo es consecuencia de un ciclo económico agotado, el del kirchnerismo, como lo dije muchas veces. La elevada inflación, la alta presión impositiva, la macroeconomía mal manejada, las tarifas absurdamente congeladas, la prohibición de exportar lácteos, carne y trigo, el cepo al mercado cambiario, los diferentes tipos de dólares y todas las prohibiciones. Eso generó la crisis económica y eso tarda en arreglarse.